Adiós a la 'Duquesa Roja'
Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia, conocida por su oposición al régimen franquista, ha fallecido este viernes a los 72 años
EFE - Cádiz - 07/03/2008
Luisa Isabel Álvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia y conocida popularmente como la Duquesa Roja por su rechazo al régimen franquista, ha fallecido este viernes a los 72 años en su residencia de la localidad de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), según ha informado el Ayuntamiento de la localidad a través de un comunicado.
Fuentes municipales ha precisado que el entierro tendrá lugar el próximo domingo 9 de marzo, aunque falta por concretar la hora, debido a que muchos familiares y amigos de la fallecida residen fuera de España.
La duquesa, nacida el 18 de agosto de 1936, en Estoril (Portugal), donde vivían exiliados sus padres, pertenecía a una de las familias españolas de mayor linaje. Era hija de Joaquín Álvarez de Toledo y Carmen Maura y descendiente del estadista Antonio Maura. Tras la muerte de su padre, el 11 de diciembre de 1955, recibió el título oficial de duquesa de Medina Sidonia, uno de los más antiguos de España, ya que se remonta a 1297.
En 1967, un año después del accidente nuclear de Palomares (17 de enero de 1966), la duquesa encabezó una manifestación reivindicativa para defender el derecho de los labradores a recibir indemnización, lo que le supuso un procesamiento y posterior encarcelamiento, que se mantuvo de marzo a noviembre de 1969, cuando fue liberada tras aplicársele el decreto-ley de amnistía. La publicación de su novela La huelga, en 1968, la condujo a un nuevo proceso, en esa ocasión instruido por un juzgado militar.
Los dos hechos anteriores le indujeron a autoexiliarse
en Hasparren durante siete años. En 1976 regresó a España y volvió a ser detenida en su casa de Mortera, bajo la acusación de violencia hacia los agentes de la autoridad, por lo que fue condenada a seis meses de prisión, que cumplió en libertad condicional.
Tras este último incidente, Álvarez de Toledo se instaló definitivamente en su casa ducal de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), un palacio del siglo XVI, donde se dedicó a estudiar y catalogar los legajos y documentos antiguos que poseía, unos seis millones, que lo convierten en el archivo privado más importante de Europa.
La duquesa de Medina Sidonia escribió numerosos artículos en diversas revistas españolas y europeas, sobre todo francesas, entre ellas Sábado Gráfico y Reporter. Además de La huelga, es autora de las novelas La base, La cacería y My prision; de las memorias sobre la cárcel y Palomares.
En 1992 publicó Historia de una conjura y No fuimos nosotros, en el que afirmaba que el continente americano no fue descubierto por Colón, sino que ya se conocía y se comerciaba con él mucho antes de 1492.
Casada con Leoncio González de Gregorio y Martí, estaba separada desde hacía más de treinta años. Fruto de este matrimonio son sus tres hijos, Leoncio, conde de Niebla, Pilar Leticia y Gabriel Joaquín.
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El placer de ser contestataria
Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura _ Duquesa
de Medina Sidonia
R.P-M.
La célebre Duquesa Roja no podía proceder de mejor nobleza ni ideales más distantes de los que ella sostuvo toda su vida. Su padre era Joaquín Álvarez de Toledo y Caro, XX Duque de Medina-Sidonia y su madre Carmen Maura Herrera, hija del I duque de Maura y nieta de don Antonio Maura Montaner, cinco veces presidente del Gobierno español.
La acusada personalidad de Luisa Isabel Álvarez de Toledo sin duda viene marcada por su temprana orfandad: su madre murió cuando ella contaba diez años y hasta su matrimonio en 1955 vivió bajo el cuidado de su abuela materna, Julia Herrera, condesa de la Mortera. A los 18 años fue puesta de largo en Estoril junto a la Infanta Pilar y al año siguiente, antes de cumplir 19, se casó con Leoncio González de Gregorio y Martí. La novia vestía un gran manto blanco de caballero de la Orden del Santo Sepulcro. Seis meses después nacía su primogénito Leoncio, actual conde de Niebla al que en los dos años siguientes seguirían sus hijos Pilar, hoy duquesa de Fernandina y Gabriel. Cinco años más tarde el matrimonio se rompía.
En 1967, un año después del accidente nuclear de Palomares (17 de enero de 1966), Luisa Isabel encabezó una manifestación reivindicativa, en la que decía defender el derecho de los labradores a percibir una indemnización como propietarios de las tierras contaminadas. Este hecho le supuso un procesamiento y posterior encarcelamiento. Permaneció presa desde el 28 de marzo de 1969 a noviembre del mismo año, en que fue liberada tras aplicársele el decreto-ley de amnistía.
La publicación de su novela «La huelga», en 1968, la llevó a un nuevo proceso, esta vez instruido por un juzgado militar.
Los dos incidentes anteriores le indujeron a autoexiliarse en Hasparren -Pirineos Atlánticos- por un período de siete años, regresando a España en 1976 y volviendo a ser detenida en su casa de Mortera, bajo la acusación de violencia hacia los agentes de la autoridad -algo que dada su endeble figura costaba imaginar. Fue condenada por ello a seis meses de prisión, que cumplió en libertad condicional.
Tras este último incidente, se instaló definitivamente en la casa ducal de Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, un palacio del siglo XVI. Allí se ha dedicado a estudiar y catalogar los legajos y documentos antiguos que posee, unos seis millones, que lo convierten en el archivo privado más importante de Europa. Apenas mantenía ningún contacto con sus hijos.
En noviembre de 1984, se difundió la noticia de que unos 20.000 documentos de su archivo entre los que había correos entre Felipe II y el almirante de «La Invecible» habían sido sacados ilegalmente de España y habían aparecido en una tienda de antigüedades californiana, dedicada a libros raros y documentos históricos. La tienda los ofreció por unos cien millones de pesetas.
Además de «La huelga», es autora de las novelas «La base», «La cacería», «My prision» y «Palomares».
En 1992 publicó «Historia de una conjura» y «No fuimos nosotros» en el que la duquesa afirma que el continente americano no fue descubierto por Colón, sino que tribus africanas ya lo conocían y comerciaban con él mucho antes de 1492. El 17 de julio de 2000 fue recibida por el Rey de Marruecos, Mohamed VI, encabezando una delegación de musulmanes españoles -aunque no consta que nunca abrazara esa fe. El 5 de octubre de ese año un grupo de ciudadanos de Ceuta inició una campaña para solicitar que fuera retirada su firma del Libro de Oro de la Ciudad Autónoma, después de sus declaraciones para presentar su libro «Africa versus América, la fuerza del paradigma», cuando manifestó que las ciudades de Ceuta y Melilla están situadas en suelo marroquí.
El ducado de Medina-Sidonia fue el primer ducado hereditario. Se concedió en 1445. Luisa Isabel era también también Marquesa de los Vélez y de Villafranca del Bierzo -ambos títulos con Grandeza de España- y tenía una docena de títulos nobiliarios reconocidos por el cuerpo de la nobleza italiana.
La duquesa de Medina-Sidonia falleció ayer en su casa palacio de Sanlúcar de Barrameda, víctima de un cáncer de pulmón. Se da la circunstancia de que su ex marido Leoncio González de Gregorio falleció hace dos semanas, el pasado 23 de febrero.
In ABC, Madrid
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